15 de gener, 2006

Pensamientos en marcha

Hummm... tanto cuando camino como cuando corro - cosa que ya no sucede tan a menudo porque una ya no es el pimpollo que era, o quizá porque el pimpollo está ya un poco “rovellat” (oxidado)- disfruto enormemente del paisaje, lleno mi vista con todo lo que me rodea, me enamoro de la Naturaleza y me enfado mucho cuando la veo mancillada por la mano humana... eso es bastante frecuente, por otro lado.

Cuando hace mucho frío me gusta sentir el aire que corta la piel y el aliento y me siento viva. Cuando, como hoy, hace un día espléndido, me complazco en dejar que el sol me acaricie.

No soy competitiva. No puedo serlo. Aunque no lo parezca, me gusta hacer este tipo de cosas porque si y sólo me reto a mi misma. Sería una perfecta idiota si, con mi nivel de entrenamiento, intentara llegar antes que gente que entrena casi exclusivamente para este tipo de competiciones.

Alguien me enseñó que había que disfrutar los momentos uno a uno sin hacerse demasiados planteamientos. Se sufre menos. Estoy intentando ser epicúrea, aunque no está tan claro que lo llegue a conseguir.

Almond, Incompleta: ¿responde esto un poco a tus dudas razonablemente cartesianas?

1 comentari:

Anònim ha dit...

Gracias, repondes razonablemente cartesiana a mis dudas epicúreas... !!

Y ya que estás en marcha y con "La música constante", te dejo un lied de Schubert: “Caminar es el anhelo del molinero, ¡Caminar! Mal molinero debe ser aquel al que no le guste caminar, caminar”

Arare, tú crees que la felicidad total existe??? bastaría con escuchar un Impromtus...

Incompleta